El aporte clave de la IA en la lucha contra el Covid-19
Desde el inicio de la pandemia durante el último trimestre del año 2019, todos los científicos, sin importar el área de trabajo a la que se dediquen, están aportando su granito de arena para tratar de controlar el Covid-19 y que el costo en vidas humanas no siga creciendo.
Lamentablemente, la pandemia está causando estragos en todo el mundo, sin diferencias de ninguna clase entre la población. Además, los esfuerzos de los gobiernos por intentar manejar la situación con sus ciudadanos parecen no ser suficientes.
La falta de datos reales
Un elemento común es la falta de datos contrastables para poder ponerle un número real a la cantidad de personas infectadas que hay. Este número es muy importante, no es solamente un dato estadístico, ya que determina la velocidad de contagio por regiones y la letalidad dependiendo del rango etéreo que toque.
Por suerte, existen científicos que están buscando una solución a este problema, y son los que están investigando las aplicaciones de la inteligencia artificial en diferentes ámbitos.
Por qué es importante saber el número de contagios real
Uno de estos sectores de impacto es el del Covid-19. Y el desafío que se han planteado era poder establecer números mucho más reales sobre los contagiados que hay en los diferentes países del mundo.
Este número, según el pensamiento de los científicos involucrados, es fundamental, ya que en base a él se pueden determinar las personas que actualmente padecen el virus, así como predecir cuántos se van a contagiar en el futuro.
Pero, lamentablemente, como hemos dicho antes, los gobiernos de los diferentes países del mundo en general no están pudiendo establecer cifras creíbles en cuanto al número de contagiados, y eso hace que sea muy complicado plantear algún modelo fiable de probabilidades de contagio. Sin embargo, parece que existe un método que está siendo puesto a prueba y los resultados que está arrojando están siendo demoledores, al mismo tiempo que preocupantes.
El uso de la IA
Utilizando la Inteligencia Artificial, han utilizado los datos respecto de la cantidad de fallecidos por Covid-19. Y como la tasa de letalidad aceptada es de un 0,66, se ha podido establecer un número de contagiados mucho más cercano al real.
Es decir, siguiendo el camino inverso, partiendo de las personas fallecidas han podido desarrollar un algoritmo que calcula el número real de personas con Covid-19 en cualquier lugar del mundo donde existan datos de fallecidos certificados.
Un resultado preocupante
El resultado ha dejado muy preocupada a la comunidad científica, ya que en el menor de los casos, como puede ser EE.UU., se ha determinado que existe el triple de contagiados respecto de los datos oficiales suministrados por el gobierno.
Pero no ocurre solamente en EE.UU. Francia también presenta números muy superiores a los declarados, así como otros países de Europa. Por ejemplo, México tendría un número real de contagios 15 veces superior al oficial.
La necesidad de trazar una curva de contagios
El auténtico sentido de establecer cifras concretas es poder trazar una curva de contagio real. Con esto se podrá establecer una estrategia más certera en la lucha contra el Covid-19, teniendo como primera ventaja la de poder rastrear verdaderamente las zonas de mayor contagio.
Por otro lado, tener los números reales permitirá mejorar el trabajo de los laboratorios en el desarrollo de las vacunas que resulten más efectivas sabiendo las tasas de contagio y virulencia. Y, en última instancia, y teniendo en cuenta los cambios del virus en estos días, también se podría predecir y especular con las diferentes cepas que están apareciendo.
Datos es igual a resultados
A medida que se puedan incorporar más datos, los resultados serán muchísimos más próximos a la realidad, y gracias a esto, la comunidad científica y los estados van a poder gestionar de una forma más eficiente y eficaz la pandemia.
La Inteligencia Artificial está dando sus primeros pasos y solamente ha dado un botón de muestra del potencial que puede tener. Gracias al esfuerzo de la comunidad científica será posible vislumbrar el horizonte con mayores certezas que dudas.