Nuevo enfoque en tratamiento de heridas e infecciones
La Dra. Rachel Kratofil y su equipo descubrieron avances que podrían ayudar en el tratamiento de heridas e infecciones bacterianas. Los resultados de esta investigación demostraron que los monocitos por sí solos tienen la capacidad de ayudar en la cicatrización de las heridas.
Un gran avance
En un principio, se creía que ambas células tanto los neutrófilos como los monocitos, mejor conocidos como glóbulos blancos, se unían para eliminar las bacterias de un sitio infectado de la piel. Cuando estas dos trabajan juntas, actúan como una barrera de defensa del sistema inmunitario en el organismo. Pero luego de esta investigación, los científicos pudieron observar cómo los monocitos por sí solos pueden ayudar en una cicatrización más rápida y eficaz de la piel. Estas células ayudan al proceso de curación al regular los niveles de leptina y el crecimiento de los vasos sanguíneos durante la reparación de heridas. También producen grelina, una hormona que ayuda a que las heridas sanen de manera más eficiente.
Ya que la grelina se conoce como una hormona que produce el estómago cuando siente hambre y, por otro lado, la leptina la producen las células grasas después de comer, por mucho tiempo se creyó que el equilibrio entre estas dos hormonas era fundamental para el metabolismo. Sin embargo, recién ahora se conoce la conexión de ambas con el sistema inmunitario y su importante papel en la reparación de tejidos.
Cómo se llevó a cabo la investigación
La doctora visualizó la respuesta inmune a la bacteria denominada Staphylococcus aureus en un modelo animal utilizando microscopía intravital, el cual permite la observación de células vivas y forma parte de una de las especializaciones del Laboratorio Kubes de la universidad. Esta bacteria utilizada es un germen que se puede encontrar en la piel o en la nariz de un cuerpo sano. Y comúnmente puede desempeñarse como un catalizador para una amplia variedad de enfermedades relacionadas con infecciones de la piel y los tejidos. En algunos casos, la bacteria puede provocar infecciones graves como neumonía y endocarditis, una inflamación potencialmente mortal del revestimiento interno de las cámaras y válvulas del corazón.
Los científicos fueron capaces de observar que luego de la infección el organismo reclutó esas células inmunitarias útiles, neutrófilos y monocitos. La función de los neutrófilos fue eliminar las bacterias, mientras que los monocitos ayudaron en la reparación de los tejidos. En el caso de la ausencia de los monocitos, el organismo aumenta la producción de leptina, lo que lleva al crecimiento de vasos sanguíneos en la infección. El resultado de esto puede derivar en el retraso de la cicatrización. Por el contrario, los monocitos producen grelina en el sitio de la infección, lo que bloquea la formación de un exceso de crecimiento de vasos sanguíneos impulsado por la leptina, y esto lleva a la reparación del tejido.
Un cambio de paradigma
La Dra. Kratofil compartió su entusiasmo expresando lo importante y emocionante que es para ella y todo el equipo de científicos que participaron en la investigación, el realizar un descubrimiento de tal magnitud que podría ayudar en el tratamiento y la reparación de tejidos en humanos, sobre todo en casos difíciles de tratar. Y explicó que esta investigación indica un cambio de paradigma que desafía el pensamiento de que los neutrófilos y los monocitos eliminan las bacterias.
Para finalizar, el grupo de investigadores a cargo creen que este estudio abre las puertas para introducir las hormonas metabólicas conocidas como grelina y leptina en los campos de la inmunología y la microbiología. Por consiguiente, expresaron que será interesante ver cómo responden estas hormonas en otros modelos de enfermedades, como lesiones estériles o el cáncer.
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