Qué es la telemedicina
Las aplicaciones de telemedicina constituyen un cambio de paradigma en la prestación de servicios de salud. Este campo no es ajeno al influjo de las nuevas tecnologías y su crecimiento así lo confirma. Mucho se habla en estos días de sus ventajas y potencialidades, pero antes de ahondar en ellas es conveniente definirlas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la telemedicina consiste en:
“Aportar servicios de salud, donde la distancia es un factor crítico, por cualquier profesional de la salud, usando las nuevas tecnologías de la comunicación para el intercambio válido de información en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades o lesiones, investigación y evaluación, y educación continuada de los proveedores de salud, todo con el interés de mejorar la salud de los individuos y sus comunidades.”
Queda claro, en consecuencia, que la telemedicina es mucho más que la realización de video consultas. Hoy vamos a referirnos a sus usos en la práctica profesional y daremos un vistazo a sus perspectivas de crecimiento.
Aplicaciones de la telemedicina
Muchas personas asocian la telemedicina con las video consultas. Cierto es que este tipo de actividades se inscriben en el concepto de telemedicina, pero no son las únicas. Igualmente se piensa que la telemedicina se limita a una acción inmediata y simultánea. Esto es así en las aplicaciones en tiempo real o síncronas. Pero también podemos utilizar la telemedicina en tiempo diferido.
Veamos algunos ejemplos de aplicaciones de la telemedicina:
- Procesos asistenciales: encabeza la lista el servicio más conocido, el de teleconsulta. Es una modalidad muy utilizada por psicólogos y terapeutas y, en general, en aquellas circunstancias que no ameritan exploración física. Incluso algunas especialidades como la dermatología utilizan este sistema, con el apoyo de recursos de vídeo y fotografías.
- Seguimiento asistencial: se refiere, entre otros aspectos, a la transmisión de información de analítica y registro médico electrónico. En este sentido comprende tanto el envío a posteriori de los datos, como la monitorización continua. Esta última se realiza gracias a dispositivos electrónicos que registran la información y alimentan el historial clínico del paciente. La sincronización de dispositivos y el uso de una plataforma que los integre es la clave para el éxito. En este sentido, hay plataformas como la telemedicina de DriCloud que brindan un soporte efectivo y están al alcance de cualquier especialista.
- Información a usuarios: incluye las plataformas de acceso a los servicios de salud. Igualmente comprende la gestión de citas, la consulta de datos de salud del propio usuario, etc.
- Formación: muchas profesiones se han valido de estas tecnologías para actividades formativas. En lo relativo al área médica permite construir bases documentales, realizar trabajos de investigación colaborativos, revisiones cruzadas o simulación virtual.
En términos prácticos y en función de su frecuencia de uso, la telemedicina generalmente se utiliza para:
Cuidado del paciente en el hogar
Este es un uso particularmente relevante en el caso de personas mayores o con movilidad reducida. También adquiere importancia cuando se refiere a la atención de personas que viven en zonas remotas. En ambas circunstancias las herramientas y tecnologías de la información permiten prestar servicios de salud a distancia. Generalmente requieren del uso de dispositivos o instrumentos de vigilancia o administración de terapia. Además de facilitar la comunicación entre el especialista y el paciente o cuidador, permite una monitorización continua de variables preestablecidas. Existen aplicaciones muy robustas, como por ejemplo la app Vitales, que incluye casi cien parámetros. Entre otros, podemos mencionar:
- Control de hipertensión arterial en pacientes con H.T.A
- Medición de nivel de azúcar en sangre en pacientes diabéticos
- Registros de temperatura, muy importantes para el manejo y control de procesos febriles
- Monitorización de las constantes vitales durante el entrenamiento de los deportistas
- Índices de masa magra, IMC, calorías, peso corporal, etc., necesarios para la monitorización de tratamiento endocrinos y dietas
- Control del latido fetal, para el seguimiento obstétrico de pacientes de riesgo
- Control de insuficiencia respiratoria en pacientes con Epoc u otras condiciones
Servicios de emergencia
La monitorización de las condiciones de salud de un paciente permite activar automáticamente actuaciones en casos de urgencias. De hecho, hoy en día la telemedicina es indispensable en los servicios sanitarios de emergencia.
Su efectividad está determinada por el respaldo tecnológico y la integración de los actores involucrados. Dado que se maneja un volumen muy elevado de datos, requiere un tratamiento eficiente de la información. Estos sistemas deben ser capaces de enviar y recibir datos desde diversas fuentes y reconducirlos a las instancias apropiadas: hospital, ambulancias, bomberos, policía, etc.
Perspectivas de crecimiento de la telemedicina
La telemedicina es un sector en alza. Para el 2018 un estudio de Global Market Insights cifró este mercado en el orden de los 38,000 millones de dólares. Pero es un campo en pleno desarrollo que muestra tendencia creciente. De hecho se estima que para 2025 su valoración superará los $130 mil millones. El crecimiento de la teleconsulta, por ejemplo, aumentaría en torno al 18.9% en ese período.
Asimismo, una encuesta realizada en 2019 en varios países, destaca que China ocupa el primer lugar en uso de telemedicina. El 89% de los profesionales sanitarios de ese país han utilizado estas tecnologías.
En España la cifra es un poco más modesta, pero revela también el interés en esta área. Así, seis de cada diez personas encuestadas manifestó su deseo de recibir atención médica a distancia.
Podríamos decir, en consecuencia, que la mesa está servida. El avance tecnológico y su masificación han ido de la mano con la disminución de las barreras de acceso. Queda en manos de los profesionales de la salud adoptar estos sistemas y del sector público facilitar su aplicación.
Las ventajas quedan fehacientemente demostradas por la práctica. En los países donde se ha implementado la telemedicina se ha visto un descenso del 38% de los ingresos hospitalarios. Esto puede deberse a una actuación más temprana, propiciada por la facilidad de acceso y amplia cobertura. Igualmente, la estadía media en hospitalización se redujo en un 63%. Ambos datos han sido publicados por la revista American Journal of Managed Care.
Estas no son informaciones novedosas. Ya en 2012 el doctor Richard Wootton, del Hospital Universitario del Norte de Noruega realizó un estudio entre 6000 pacientes. Los resultados son incuestionables. La mortalidad hospitalaria se redujo del 13,6 al 11,8% y la estancia media bajó de 6,4 a 4,5 días. Estos datos apuntan no solo a una reducción de costes sino también a una mejora de las condiciones de vida y atención del paciente.